Prefacio

Toda esta historia comienza en la bella ciudad de Londres, un Londres tranquilo. En el hospital London West, una mujer llamada Amelia Ford, quien estaba acompañada con su esposo Carlos Ford, está dando a luz a una niña, que la llamaría Javiera; los padres estaban muy alegres por su dulce bebita. Luego de 1 año, nació otra niñita a la que decidieron llamar Carolina; a ambas bebés las adoraban, les daban cariño y amor, y sobretodo, le daban de todo lo mejor

Los problemas entre la pareja comenzaron cuando Javiera tenía 1 año 4 meses y Carolina 6 meses. Los problemas siguieron 1 mes después y terminaron con el divorcio de la pareja; para que ninguno sufriera con el tema de las niñas, la madre se quedó con Carolina ya que la bebé aún necesitaba pecho y viajó a París con ella para iniciar su nueva vida; y Javiera se quedó con su padre ya que él la adoraba ya que tenía varios gestos de su madre y se quedaron en la casa que tenían en Berlín, y desde entonces, nunca más se vieron, tal como los padres querían al momento del divorcio.

Pasaron los años, Javiera era muy sociable ya que tenía muchos amigos, le iba bien en la escuela, tenía 18 años y con su padre se podría decir que eran los mejores amigos. Ella siempre le preguntó a su padre sobre su madre, pero su padre siempre evadía el tema y la dejaba con la duda

Carolina no era muy sociable, en la escuela le iba bien, le encantaba el romance y la música, tenía 17 años y con su madre siempre estaban de acuerdo; al igual que Javiera, Carolina siempre quiso saber sobre su padre, y obviamente, la madre siempre cambiaba de tema o solo decía que no era algo importante como para explicarlo